OPINIÓN- HAMBRE DE ILUSIÓN

18-07-2013 | Cruz Auerbach | Cuando Fernández Borbalán, con su silbato, endulzó los oídos de toda la familia txuriurdin en La Coruña, poniendo punto final a la temporada y transportándonos directamente a la ronda previa de la fase de grupos de Champions, comenzamos a soñar.
Atrás quedaban 10 años de travesía por el desierto, de miserias, de promesas sin cumplir. La Gloriosa Real Sociedad había vuelto y los que tan mal lo pasamos durante todo este tiempo, nos ganamos el derecho a pedir un poquito más. Estábamos en Champions y la ocasión así lo requería.

Nos fuimos de vacaciones con un gran Arco Iris por sonrisa que surcaba nuestra rejuvenecida tez y unía, delicadamente, los mismos oídos endulzados por Borbalán semanas atrás. -"¡Estamos en Champions!", recordábamos a nuestro vecino de toalla, sobre la ardiente arena de cualquier playa del Mediterráneo. Hacía mucho tiempo que nuestros cuerpos no marchaban tan erguidos y orgullosos al portar la blanquiazul. Largas noches sin dormir con el calor como culpable, mezclado con la incesante necesidad de colocar las piezas nuevas que fabricaba tu cabeza, en forma de fichajes, dentro de tu equipo soñado. -"El Tata Martino juega como Guardiola, así que Muniesa podría ser nuestro Jordi Alba. Illarra es fijo, pero necesita a un socio en la medular con más salida de balón que Markel. Seguro que se trae a al Fernando Redondo argentino...de la mano de Scocco, que definitivamente es el 9 que buscamos. Después fichamos a Giovani Dos Santos para apuntalar la media punta y descansar a Vela y Prieto y ya tenemos el equipito apañado" nos repetíamos cada noche. Quizá alguno cambiaba a Scocco por Osvaldo, o a Giovani por Giovinco, pero todos soñábamos. Todos dormíamos con hambre de ilusión.

El verano no ha acabado y los sueños y las combinaciones siguen inundando los hogares txuriurdines cada noche, pero cada vez con menos actividad y hay quien hasta comienza a ver a Aperribay como a Freddy Kruegger. Los últimos acontecimientos, unidos a la falta de fichajes ilusionantes han destrozado los sueños a más de uno, y lo que es más importante, las ganas de soñar.

La afición necesita volver a creer, volver a encender la llama, volver a sentirse importante, crecerse y para todo ésto, necesita alimentarse de ilusión. Y Aperry y Loren, con la llegada del sol y del calor,  parecen habernos puesto a dieta.¿La dieta de la Ilusión?. No gracias, déjenme de dietas. Yo quiero disfrutar.